Ayer la Galería Delimbo estuvo de flamante estreno, y no es para menos, pues
presenta la primera solo exhibition en España del artista Nacho Eterno (Girona,
1992). Bajo el título "Escalera" se presenta todo un ideario e iconografía
distintiva que logra resonar en un nivel universal. Esta dualidad se
presenta de múltiples formas en sus composiciones, entrelazando lo
figurativo y lo abstracto en un cautivador ballet visual. Esta
muestra contará con un total de 22 pinturas realizadas en diferentes
medios, así como 10 esculturas de cerámica, y podrá visitarse
hasta el 22 de julio de 2023.
Para aquellos que aún
no lo conocen, Nacho Eterno (Girona, 1992) es un artista autodidacta
que emprendió su travesía en el mundo de la pintura y la cerámica
tras una larga trayectoria en el arte callejero y el tatuaje. Hace ya
unos años tomó la valiente decisión de abandonar el mundo del
tatuaje y la pintura mural, dejando atrás el ajetreo de la ciudad de
Barcelona, para perseguir el camino profesional que anhelaba
verdaderamente, deseaba liberarse de las presiones externas y
explorar su creatividad sin restricciones, y fue este cambio de
enfoque lo que marcó el punto de inflexión en su carrera, dando
paso a una nueva fase artística.
El arte de Nacho Eterno
se nutre de diversas fuentes de inspiración. Por un lado, encuentra
en el arte primitivo, la arquitectura y la naturaleza una fuente
inagotable de estímulos creativos. Por otro lado, se sumerge en el
arte popular y folclórico, descubriendo una riqueza de símbolos y
metáforas que hábilmente entrelaza en sus obras, pero sin descartar
las corrientes pictóricas más contemporáneas, haciendo gala de una
pintura táctil que añade una dimensión adicional y establece un
lenguaje artístico único y vanguardista. Es capaz de crear un mundo
a través de sus obras, de carácter enigmático y muy cercano a lo
puramente formal y folclórico, creando una atmósfera que en cierta
manera es cálida y sombría a la vez, inocente pero envuelta en
misterio.
A simple vista, se
aprecia la meticulosidad de sus dibujos y los contornos precisos,
pero a medida que nos sumergimos en cada una de sus pinturas,
descubrimos el enigma de su equilibrio de colores único y sus
pinceladas vibrantes. Sus líneas sencillas se entrelazan formando
composiciones aparentemente imposibles, desafiando las leyes de la
realidad y transportando al espectador a un mundo imaginativo y
cautivador, sus figuras evocan ídolos, tótems e incluso marionetas,
personajes que le permiten explorar lo ancestral y lo mágico de
forma incesante, conectando con una parte infantil que siempre busca
descubrir.
La obra de Nacho Eterno,
con su singular enfoque artístico, trasciende las barreras
convencionales y nos invita a sumergirnos en un mundo de
composiciones simples y colores crudos que despiertan una innegable
sensación de enigma e inocencia. Su creatividad encuentra un inmenso
caudal de inspiración en el arte popular y las antiguas culturas
artísticas, lo que da lugar a un imaginario profundamente arraigado
en nuestras raíces históricas y al mismo tiempo inmerso en una
contemporaneidad única. La influencia de la
pintura tradicional española se entrelaza magistralmente con una
estética moderna, creando un lenguaje propio y distintivo que
caracteriza su obra. Las figuras y formas geométricas minimalistas
que pueblan sus lienzos son expresiones de una simplicidad
cautivadora, donde la belleza se revela en su estado más puro y
esencial, y mediante la elección meticulosa de colores terrosos y
tonos suaves, Nacho logra establecer una conexión profunda con la
naturaleza y la rusticidad de su entorno en la campiña de Girona.
Esta elección tonal, aunque aparentemente reducida, despierta en el
espectador una gama de emociones que van desde la nostalgia y la
serenidad hasta lo misterioso y lo metafísico, desencadenando así
un viaje introspectivo de contemplación y descubrimiento.
Pienso que su obra de
alguna manera está dotada de una cualidad intemporal, trascienden
las limitaciones del tiempo y parecen resonar con la presencia de
culturas ancestrales y sabiduría perdida. Cada trazo y cada matiz
evocan una conexión profunda con el pasado, invitándonos a
reflexionar sobre la esencia misma de la naturaleza humana y nuestra
relación con la historia, tanto, que en su exploración artística,
nos lleva más allá de la superficie de la realidad cotidiana y nos
sumerge en una dimensión en la que lo arcano se mezcla con lo
tangible, lo ancestral se fusiona con lo contemporáneo, y la belleza
se encuentra en los detalles más sutiles. Logra de alguna manera
cautivar nuestra imaginación y despertar una profunda conexión
emocional con las raíces culturales y la universalidad de la
experiencia humana, pero con una mirada íntima y personal, que
proyecta en cada lienzo nos invita a adentrarnos en un diálogo
silencioso con nuestras propias vivencias y recuerdos. En definitiva,
se revela como una manifestación artística que trasciende las
barreras del tiempo y nos invita a reflexionar sobre nuestra
existencia, nuestra identidad y nuestro vínculo con el legado de las
generaciones pasadas.
Los objetos decorativos son pinceles de personalidad en el lienzo de tu hogar. Cada pieza es una declaración artística, esculpiendo espacios con su historia y estilo, transformando lo ordinario en extraordinario.
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