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"Arte Combinatoria" Manuel Barbadillo en CAAC Sevilla



Hoy, 20 de Abril, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) inaugura una nueva exposición dedicada a la obra del artista Manuel Barbadillo, figura esencial de la abstracción geométrica en España y un pionero del arte computerizado, destacando por su exploración personal de los fundamentos del arte, vinculándolo con la ciencia y las creencias religiosas ancestrales.  En esta muestra, que ocupará el Claustrón Sur desde el 21 de abril hasta el 8 de octubre de 2023, se presenta una selección de más de 120 obras en diversos formatos y técnicas, tales como acrílico sobre lienzo, madera, metacrilato, tinta sobre papel, impresión sobre papel, esgrafía e incluso una vajilla diseñada por el propio artista. Las obras que se exhibirán provienen de la colección privada de la familia del artista, así como de distintas instituciones y entidades, como la Fundación Cajasol, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Málaga, las galerías Rafael Ortiz y Guillermo de Osma, la Universidad de Sevilla, la Fundación Doña María, Andbank y numerosos coleccionistas privados, así como cuenta con el patrocinio de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.

Bajo la curaduría del crítico de arte e historiador Pepe Yñiguez, en colaboración con Yolanda Torrubia, conservadora jefe del Servicio de Actividades y Difusión del CAAC, se presenta una exposición en el Claustrón Sur del CAAC que analiza las diferentes etapas de la fructífera carrera artística de Barbadillo, que se caracteriza por la aparición de nuevos módulos y su interacción mutua. De acuerdo con el comisario, la exploración personal de Manuel Barbadillo guarda relación con las abstracciones geométricas que buscaban superar la visión subjetiva y personalista del informalismo. Estas abstracciones, llamadas normativas por su énfasis en el uso de la razón y la medida, intentaron orientar sus propuestas incluso hacia la vida cotidiana, como un último intento de dar forma a una sociedad utópica. Durante su viaje a Marruecos en los años 50, Manuel Barbadillo se acercó a la arquitectura popular y la música tradicional, lo que le permitió explorar la pureza de un origen anterior al arte. Además, su descubrimiento de la cibernética en esa misma época influyó en su trabajo posterior, llevándolo a experimentar con la inteligencia artificial. En su etapa en Estados Unidos, Barbadillo intentó reflejar las impresiones que había recibido en Marruecos a través de una obra informalista matérica. Sin embargo, a su regreso a España en 1963, esta obra le pareció insatisfactoria, lo que lo llevó a explorar la organización geométrica de las formas. Al rechazar lo matérico, Barbadillo comenzó a experimentar con la geometría y el ritmo, llegando a una forma simple de naturaleza binaria y complementaria que utilizó en toda su obra posterior: el módulo.

La muestra examina la trayectoria personal y artística de Manuel Barbadillo principalmente a través de cuatro ámbitos que coinciden sus principales etapas creativas: 

En la primera etapa, que abarca los años 1964 a 1968, Barbadillo se enfoca en la abstracción geométrica y trabaja con dos módulos cuadrados similares, utilizando formatos también cuadrados. A medida que combina los módulos de manera más compleja, la estructura subyacente se hace menos visible, lo que le permite experimentar con una mayor variedad formal y combinatoria.

En la segunda etapa, de 1968 a 1979, Barbadillo participa en experiencias del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, donde se le invita a realizar obras con la asistencia del ordenador. Gracias a su potencial lenguaje binario, Barbadillo se convierte en un destacado representante del arte más avanzado de su tiempo y expone en ámbitos internacionales. En esta etapa, seleccionaba cuidadosamente los resultados proporcionados por la computadora IBM para su traslado al lienzo. 

En la tercera etapa, de 1979 a 1984, Barbadillo vuelve a trabajar con ordenadores personales y añade dos nuevos módulos, relacionados con los anteriores, que se alejan del cuadrado y se acercan más al círculo. Además, experimenta con el aspecto espacial de sus obras y crea tensiones entre la extensión y la profundidad, que son más evidentes en algunos de sus relieves en madera.

Finalmente, en la cuarta y última etapa, de 1984 a 2003, Barbadillo regresa a los módulos y sus nuevas combinaciones se hacen más orgánicas, utilizando líneas curvas y eliminando en algunos cuadros las líneas rectas, que no existen en la naturaleza. En sus últimos trabajos, Barbadillo recapitula su obra y utiliza cuadrados y nuevos macromódulos de líneas rectas y curvas agrupados en polípticos, con la misma dualidad de plenitud y vacío que caracterizó su primera etapa modular. 














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