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OligarquíART

Aunque no quiero generalizar, porque hay muchos y muy buenos profesionales en este país, tenemos que admitir que existe una pequeña pero peculiar casta de individuos que, desde sus incómodos sillones Eames, deciden quién será el próximo Maurice d e Vlaminck que va a revolucionar el panorama artístico. La dinámica de este minúsculo pero influyente grupo decide básicamente la dirección que toma el arte contemporáneo…esos Midas de nuestros tiempos, a los que les dimos la “responsabilidad” de transformar simples mortales en estrellas del panorama artístico simplemente con su aprobación . (Desgraciadamente) Lo verdaderamente irónico de esta situación es que estos insiders  del arte están perpetuamente obsesionados con descubrir al próximo gran outsider . Como si se tratara de cazar mariposas en el Animal Crossing , contactan con artistas y recorren los estud ios más recónditos del mundo del arte en busca de aquello que, por definición, debería estar fuera de su radar. Una paradoja al más
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La Dictadura de la Pantalla

En tiempos de la Inteligencia Artificial, yo apelo al concepto de Estupidez Natural . Suelo ir bastante a galerías de arte y a museos, donde veo a personas viendo las obras a través de una pantalla, y no lo juzgo...pero eso me llevó a pensar en muchas cosas .  Pienso que la tecnología no viene a sustituir a nadie, y utilizada de una manera correcta puede sernos de mucha ayuda. Nos ha tocado vivir la era digital y esta digitalización está apoderándose (si no lo ha hecho ya) del mundo, y obviamente los espacios artísticos tradicionales han tenido que experimentar una metamorfosis radical. Una infinidad de catálogos para visitas virtuales al alcance de la mano, pero ¿qué está pasándole a la visión física del arte? Y la pregunta más importante, ¿puede realmente “vi virse” el arte o vivir del arte con solo mirar una pantalla?   No quiero que malinterpreten.   La digitalización también trae cosas buenas consigo, y negarlo es querer ser un Australopithecus Digital , pero, ¿Basar toda la exper

MERITOCRA...¿QUÉ?

Para ser sincero, no llevo más de 3 años en este mundillo y ya...créanme que he visto de todo. Como crítico y curador de arte, se "supone" que mi trabajo es descubrir y promover el talento genuino. Qué bonito suena, ¿verdad? Lástima que la realidad sea mucho menos romántica. No es oro todo lo que reluce, y durante años nos han vendido la moto de la meritocracia. Esa bonita idea de que si eres bueno y trabajas duro, triunfarás. Pero déjenme decirles algo: menuda patraña. Es increíble cómo nos hemos tragado la idea que querían que nos creyésemos; que con talento y formación académica, las puertas se abrirían solas. "Cuanto mejor preparado estés, más lejos llegarás", nos repetían...me tiraría al suelo a reírme si no fuera un asunto tan serio. Si es que al final del día, lo que realmente importa es a quién conoces y quién te conoce a ti. Así de simple. Pero no me malinterpreten, ni me crucifiquen. El talento y la formación son importantes, y en este circo que llamamos &

El Arte se Muere (Y Parece Que A Nadie Le Importa)

Me acuerdo cuando pasé por aquella galería. Cerrada. Un cartel de "Se alquila" ocupaba el escaparate donde antes se exhibían obras que te hacían detenerte en seco en la acera. Me quedé ahí plantado un buen rato, sintiendo una mezcla de rabia y tristeza, preguntándome: ¿Cómo hemos llegado a esto? No es solo esta galería. Es como si el arte estuviera desapareciendo de nuestras vidas y lo peor es que parece que a nadie le importa absolutamente nada. Mis amigos no saben quién es Franz Kline, y cuando a mí familia les hablo de Cy Twombly, me miran como si les estuviera contando una aparición extraterrestre. El otro día, en una comida familiar, intenté sacar el tema porque me preguntaron que tal iba mi trabajo, y me interrumpieron para hablar de una serie de Netflix. Mi hermana estaba demasiado ocupada revisando Instagram. Y mis padres...bueno, ellos simplemente asintieron con la cabeza, como diciendo "ya está otra vez este con sus cosas de arte", y pasaron a otro tema. ¿

La Fórmula Mágica

Para artistas emergentes, establecer una presencia sólida y alcanzar el éxito en el mundo del arte hoy día es un gran desafío. En un entorno plagado de talento y muchísima competencia, es fácil sentirse invisible. Sin embargo, pienso que aplicando estrategias acertadas de marketing y promoción, se puede sobresalir de alguna manera y tener la oportunidad al menos de mostrar sus visiones y perspectivas artísticas al gran público para su posterior apreciación. Empecemos por el principio: la base de toda carrera artística de éxito es la creación de una identidad de marca coherente, esto está claro. Y quizás ese factor va más allá de la obra en sí, pues depende de otras muchas cosas, como: presencia online, estrategia de marketing , la narrativa sobre su proceso creativo...al fin y al cabo ciertos factores que están alejados del arte y de la pintura en sí.  Por otro lado, creo que consistencia es la gran clave, pues permite que coleccionistas, curadores y amantes del arte puedan seguir la t

Andalucía, Game Over

Llevo unos cuantos días intentando asimilar la noticia, y lo hago con el objetivo de reflexionar a fondo y no dejarme llevar por la indignación y el enfado, y poder hablar con conocimiento de causa. Resulta que la Junta de Andalucía  ha decidido poner precio a las entradas de los museos pú blicos de nuestra tierra. Sí, así como lo oyen. Esos espacios que hasta ahora eran refugios gratuitos de conocimiento, belleza y memoria, pronto se convertirán en exclusivos clubes para aquellos que puedan o quieran permitirse el lujo de pagar la entrada.   Imaginen la escena: una familia humil de, con varios hijos y los padres contando cada céntimo, se acerca al museo ansioso por descubrir los tesoros que alberga. Pero, oh, sorpresa, se topan con un insensato cartel que anuncia precios que van desde los dos hasta los seis euros por cabeza. La il usión se desvanece, los sueños de sumergirse en la historia y el arte se desmoronan ante la dura realidad económica. Con los hombros caídos, se dan la vuelt